jueves, 15 de noviembre de 2012

Fallece la menor que intentó suicidarse por presunto acoso escolar

Redacción
13/11/2012
Permanecía en estado crítico desde el pasado viernes. El padre ha presentado una denuncia contra el jefe de estudios del centro, el orientador y el tutor de la menor.
traslado del feretro de la estudiante

La adolescente residía con su familia en Torralba de Calatrava, a 15 kilómetros de Ciudad Real, y estudiaba segundo de ESO.


Mónica, de 16 años, según el relato de su familia, sufría acoso desde que llegó a su instituto Ciudad Real hace dos cursos. Aseguran que no la dejaban entrar al baño, se burlaban de ella porque llevaba ropa usada o le impedían coger asiento en el autobús escolar.

Ella se sentía sola, porque nadie la defendía. Una soledad que Mónica manifestaba también en Internet poco antes de morir. Antes de fallecer, Mónica colgó un último mensaje en la red social Tuenti: "Si hacemos algo mal hoy, intentemos hacer algo bueno mañana".

Como esta adolescente de Ciudad Real, existen mas casos y por desgracia las soluciones siempre aparecen después.
  
Lo más lamentable de todo es que el suicidio es el episodio final, el desenlace, para aquellos menores que sufren, muchas veces en silencio, un auténtico calvario, día a día y mes a mes, por las reiteradas burlas, vejaciones, insultos, amenazas, agresiones, etc. de sus compañeros. Suicidios que se podían evitar de existir unos efectivos protocolos de actuación inmediata contra este drama que sufren en silencio un 23,3% de los alumnos de entre 7 y 17 años en España.

El acoso escolar suele ser un drama invisible, ya que es complejo de determinar, no sólo porque muchas veces los chicos acosados tienen miedo a delatar a sus acosadores, sino también porque si, por fin ha sido constatado el acoso por los padres, cuando acuden al centro a denunciar el problema, se encuentran con un muro infranqueable. Allí suelen negarse categóricamente la existencia de acosos y en caso de que tras años de requerimientos, se admitan, después de unos cuantos "perdones" suelen dar el asunto por zanjado, sin advertir que se trata de conductas reiteradas en el tiempo que no tardan en volver a surgir tras una breve calma.



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